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El impacto ambiental de las mascotas

Actualmente, se ha puesto de moda tener mascota, lo cual conlleva ciertos impactos sobre el medio ambiente. Por ejemplo un perro de tamaño medio deja una huella ecológica superior a la que provoca un vehículo 4×4, y un gato deja una huella ecológica mayor que la de un vehículo de turismo

El término “Huella Ecológica” término hace referencia a la superficie de tierra o de agua necesaria para producir los recursos necesarios y procesar los residuos obtenidos en la vida de un ser vivo.

Las mascotas, como lo son el perro y el gato, en la actualidad solo tienen como principal función la de ofrecernos compañía y afecto, sin embargo, ahora forman familias en las que humanos y mascotas se conectan de forma afectiva.

En cuanto a la huella ecológica de los perros se estima que un perro de talla media necesita el equivalente de unas 0,84 hectáreas para producir los recursos que necesita. Lo que consume de media un animal de estas características son 90 gramos de carne y 156 gramos de cereales, lo cual antes de ser procesado serían 450 gramos de carne fresca y 260 de cereales. Estas cantidades se encuentran dentro de la ración total de 300 gramos diarios de alimento.

Ahora hablemos de la huella hídrica, esta se refiere a la cantidad de agua que se consume en la alimentación, el cuidado y la atención de la mascota. En un estudio realizado en EEUU con 8 perros malteses, se estimó que la huella hídrica de estos animales era de más o menos 260.000 litros totales de agua al año.

Respecto a la huella de carbono, también las mascotas intervienen en el cambio climático. El profesor Gregory Okin, de la Universidad de California, estimó unas 64 millones de toneladas de CO2 al año debido a la alimentación de las mascotas, de tal forma que si los perros y gatos formaran una nación independiente se encontraría en la quinta posición de los países más contaminantes de todo el planeta, solo por debajo de países como Rusia, Brasil, Estados Unidos y China.

Con todos estos datos se puede afirmar que los animales de compañía consumen mucho más que millones de personas de países en vías de desarrollo en el planeta.

 

En este pequeño blog no hemos tomado en cuenta la contaminación biológica por las heces y orines dejadas en la vía pública, parques, etc., si es dentro de casa habría que revisar la eliminación de ellas que generalmente son en bolsas plásticas.

Las mascotas abandonadas también producen problemas ambientales, de tal modo que por ejemplo con los gatos abandonados incrementan el número de depredaciones, lo cual es perjudicial para la biodiversidad de la ciudad. De igual forma ocurre con los perros abandonados, ya que estos animales se agrupan en jaurías jerarquizadas, puesto que esto les proporciona mayor capacidad para cazar.

En conclusión, afirmamos que los animales de compañía llevan con nosotros desde hace miles de años, y van a seguir en el futuro, pues aparte de la compañía que nos otorgan y el impacto ambiental que generan en el presente, estos animales aportan ayuda para la integración a la sociedad de ciertos grupos de personas y facilitan sus vidas.

 

Definitivamente, la solución, desde un punto de vista ambiental, para reducir sus impactos no sería romper la relación entre humanos y mascotas, lo cual resultaría imposible.

La solución radica en lograr entender que los animales de compañía son seres vivos y no objetos, y que se deben tomar medidas acordes a ello para reducir su impacto, como por ejemplo, reciclar las bolsas de los alimentos y las envolturas de los juguetes, recoger los residuos fecales con bolsas biodegradables, hacer compost con los desechos, limitar la población de mascotas esterilizando, utilizar restos de comida para alimentar a las mascotas, y tomar medidas anti escape en el caso de poseer mascotas exóticas.

 

Fuente: 

https://www.vidasostenible.org/el-desconocido-impacto-ambiental-de-los-animales-de-compania-2/



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